lunes, mayo 21, 2007
Cerrar los ojos
jueves, mayo 03, 2007
Lo que se acaba
Es posible que yo no haya entendido nunca nada de paradigmas ni de sesiones hipnóticas a la luz de la vehemencia de las palabras. Probablemente no he buscado (ni encontrado) milagros ni espontáneas explosiones de magia y locura. Tal vez ni siquiera como lectora haya sido capaz de construir un mundo en consonancia con mi propia especificidad.
Pero sé que:
1.- En literatura, como en amor, las simpatías son involuntarias. Y que me he entregado a ellas, más que en el amor, quizás.
2.- Ni siquiera han acertado a herirme porque ni estaba en sus cálculos ni pretendían hacerlo (era poco importante). Pero decía Baudelaire que “un golpe fallido no deja de herir, al menos en el corazón, al rival al que se le destinaba”.
Y todo acaba así. He aquí cómo la experiencia ha asesinado, una vez más, a la teoría.