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lunes, agosto 07, 2006

La desesperanza

Vivir, morir contigo,
sin cuerpos falsos que oculten tu mirada.
Estallar de repente
y ser un astro
en los huecos ocultos de tu cuerpo.
Pero el dolor se esconde
y nos acosa.
En mis sueños te veo.


Estás aquí conmigo,
En los pliegues oscuros de la noche,
en el beso tranquilo del silencio.
Y yo, no quiero nada nuevo:
Sólo coger tus manos
para cruzar el mundo.
Somos como dos ríos
que corren a la par hacia el océano.
Encontraré tu voz en otros labios,
saldrán tus labios pálidos
a saludar mi boca.
Encontraré tu piel dentro de un tiempo.

4 comentarios:

hack de man dijo...

Yo quiero ser un astro en los huecos ocultos de su cuerpo, y estar en los pliegues oscuros de la noche con el beso tranquilo del silencio...

MentesSueltas dijo...

Manuela, si mi espacio te ayudó, me doy por satisfecho. Pero como el hombre siempre va por más, te invito a jugar en mi plaza imaginaria, cuando gustes...

Un abrazote desde Buenos Aires y gracias por tu hermoso comentario.

MentesSueltas

ybris dijo...

No sólo veo desesperanza en tus preciosos versos.
Quizás sea cierto que el dolor aceche los más íntimos deseos, pero cuando se quiere ese habitual “coger las manos/ para cruzar el mundo” y se espera el encuentro de su voz y su piel aunque sea “en otros labios” hay siempre lugar a la esperanza.
Besos.

Anónimo dijo...

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