¿Por qué?, dices.
Y tiemblas cuando el furor te empaña,
y la cabeza estalla como un trapo mojado
que estrecha tu mirada.
La noche se estremece con muscular deseo
y todas las tinieblas cercan tu corazón.
Sangra la noche entera como una vena abierta.
¿Por qué?, dices.
Y el golpe del silencio te amordaza.
El miedo te responde:
Siempre es difícil ser como uno mismo solo.
Se cruzan las cadenas de todos los mortales,
Los condenados gimen y retuercen los brazos,
Las bocas se entremezclan en un grito deforme…
¿Por qué?.
Nunca se sabe el por qué de las cosas.
7 comentarios:
¡Has regresado! Enhorabuena. Nunca se sabe el porqué de las cosas.
Furor, oscuridad, silencio y miedo.
Tantas cosas tratan de impedirnos que seamos nosotros mismos...
Y todo sin saber porqué.
Bello poema.
Besos.
Pregunts difíciles de responder. Abrazos.
¿Por què? es la peor pregunta de todas, porque cuando eso se pregunta, normalmente se sabe que no hay respuesta. Y el silencio es la peor de las contestaciones.
Felices fiestas!
no aprenderemos...
¡¡¡Has vuelto¡¡¡¡ Estuve a punto de borrar la dirección de tu blog, pero algo me decía que no debía hacerlo.
Bien hallada.
Teresa de Jaén.
Será por mi trabajo, no lo se, pero siempre me gustaron más las preguntas que las respuestas.
Abrazo
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