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domingo, junio 24, 2007

Gorgonas


Hay que reconocer las balas en el cieno,

y escuchar a la sangre

que murmura en las venas.

Hay que saber bañarse en las tumbas cercanas,

y dejar para siempre el amargo recuerdo

de unos labios ausentes.

Tengo que sumergirme en los charcos de angustia

y salir renovada,

agradeciendo el aire.

Sentir en plena cara los aullidos del miedo,

y encarar a la noche

con un doble silencio:

Uno, por ser metálica, inmune a sus venenos.

Otro, por encontrarme al borde del abismo.

Y saber arrojarme.

Y ahora cuento con eso:

Con toda la impalpable certeza de estar conmigo misma.

viernes, junio 08, 2007

Literatura nueva

El joven poeta Jorge Santana es un hombre del barroco, con el vitalismo propio del renacimiento pero con la retórica difícil y estudiada del siglo XVII español. Pero también es un hombre de su tiempo, y si nos deja ver la amargura y el desencanto, también deja traslucir la carcajada del que se ríe de su sombra.

La “Psique” nos ofrece una visión antitética, basada en las propias contradicciones de un alma en plena ebullición. El autor relata los cambios, los altibajos, las alegrías y las penas con un lenguaje al más puro estilo gongorino. De una manera inmediata, captamos el uso repetido y violento del hipérbaton, con ciertas fórmulas sintácticas que manifiestan la latinización del lenguaje típica del culteranismo. En todos los poemas, casi sin excepción, podemos observar este recurso literario.
Es importante el uso reiterativo de los contrastes mediante fórmulas sintácticas que comparan, yuxtaponen o simplemente presentan dos términos. A veces no existe la contraposición, sino que se ofrecen dos alternativas de las que una resulta más apropiada según el momento: recordemos “los dos jardines bellos”, uno de las alegrías y otro de las penas, pero los dos hermosos y llenos de flores. La vida y la muerte, los sueños y las desilusiones, el gozo y el martirio, la amistad y la enemistad, el bien y el mal, se dan la mano de una manera totalmente imprescindible. Santana lo resume en estos versos:

Si me dan, porque me dan,

si no dan, porque no quiero.

Y se llega a la paradoja: “Llora por andar gozoso”, la soledad es la confidente del poeta, la grandeza de lo pequeño, como el átomo.

Las palabras cobran especial vida y autonomía mediante las personificaciones a las que las somete el autor, apoyándose, en numerosas ocasiones, en el apóstrofe: “ pobre cerebro!, ¿por qué acero me supones?”, “Qué sabia eres, mi vida”, “corazón grita: ¡Homicida!”, “dame, psique, final suerte” ...

El uso de la redondilla suaviza este tono culto y moralizador, acercándolo al gusto de lo popular y cotidiano. El ritmo se hace liviano merced a los metros cortos y a los paralelismos ensayados. Todo se baja así al nivel del lector y lo hace partícipe de su complicidad. La omisión de determinantes actualizadores incide en esta actuación y a la vuelta de los primeros poemas se hace compañía inevitable e imprescindible.

Los poemas de Santana ofrecen al intelecto un perfume sutil, lleno de los procedimientos habituales: la metáfora es sacudida desde todas sus posibles perspectivas. Y el ambiente se impregna de sus esencias. A los sentidos se les ofrece, en cambio, una música concorde, plena de una armonía mágica y, en algunas ocasiones, sobrenatural.

Lo más hermoso de todo es que, tras la lectura de la “Psique”, encontramos caminos conocidos, sendas iluminadas, ritmos dulces y familiares, colocados a lo lejos, pero extrañamente cercanos. Parece que estemos encontrándonos a nosotros mismos.

Leer a Jorge Santana es, además, una alegría para el corazón. Sus palabras son suaves y dulces, como la amistad que nos une hace tanto tiempo; su ritmo poético llena las venas de nostalgias y sueños; y sus versos cálidos nos traen los aires de su tierra atlántica. Toda una delicia para los cinco sentidos.

Jorge Santana: http://www.jorgesantana.us/

Si desean adquirir su libro en linea pueden hacerlo desde Casa Del Libro o desde la editorial www.latierrahoy.com. En Espana lo pueden adquirir en librería.

lunes, mayo 21, 2007

Cerrar los ojos

Eduardo Gil:
“Existen situaciones en las que cerramos los ojos, claro: muertos, durmiendo, haciendo el amor, rezando. Pero en general son rostros que no se pueden recorrer, observar en sus detalles. Además, las fotos con los ojos cerrados son consideradas malas fotos, las que se tiran, se descartan.”

CERRADOS TEMPORALMENTE

jueves, mayo 03, 2007

Lo que se acaba

¡CLAP!

Es posible que yo no haya entendido nunca nada de paradigmas ni de sesiones hipnóticas a la luz de la vehemencia de las palabras. Probablemente no he buscado (ni encontrado) milagros ni espontáneas explosiones de magia y locura. Tal vez ni siquiera como lectora haya sido capaz de construir un mundo en consonancia con mi propia especificidad.

Pero sé que:

1.- En literatura, como en amor, las simpatías son involuntarias. Y que me he entregado a ellas, más que en el amor, quizás.

2.- Ni siquiera han acertado a herirme porque ni estaba en sus cálculos ni pretendían hacerlo (era poco importante). Pero decía Baudelaire que “un golpe fallido no deja de herir, al menos en el corazón, al rival al que se le destinaba”.

Y todo acaba así. He aquí cómo la experiencia ha asesinado, una vez más, a la teoría.

viernes, abril 27, 2007

Locura


No hay nada que distraiga esta creación obsesionante

que viene con tu nombre,

marcada hasta los huesos por una palabra,

rompiéndose en la luz con una tregua mansa de tinieblas.

Me recreo en los libros y elimino la tarde

con cuatro frases hechas

que repito hasta el delirio.

Es un medio eficaz de renovarme:

Acudir al defecto desmedido para encontrar las metas alcanzadas.

Están fríos tus dedos,

la lluvia de la noche te mojó las mejillas,

y dejó dos surcos de lágrimas muy cerca de tus ojos.

Tus labios son de espuma

y repiten, con una fe demasiado inteligente,

que han de marcharse pronto.

El día se deshace en un sueño superlativo ,

destruye su miseria,

su agotable eternidad,

y brota ante la nada la luz confusa de tus ojos.

Somos dos opiniones, simplemente.

sábado, abril 14, 2007

Un solo enemigo


Ojalá que en la vida
yo también pueda contar con un solo enemigo.
Esa ventana abierta que arroja los momentos fantasmales
en su baúl de sueños aterrados.
Aquella voz perdida por la que suspiré
se perdió entre la noche del olvido.
Las palabras y gritos que te absuelven
de arrastrar cada día una vida repleta de miseria.
La locura, la fuerza incandescente de la razón,
que combate con la muerte
en una batalla incansable y perdida.
Una encendida tempestad lanza rayos y sangre
para pintar los aires.
Ojalá que en la vida

yo también pueda contar con un solo enemigo.

Y que sea yo mismo.

viernes, abril 06, 2007

jueves, marzo 29, 2007

Reconocimiento

(Odiseo se ató al mástil de su embarcación para no sucumbir al canto de las sirenas)


Te reconozco, sí.

Me reconozco en ti.

Y vuelven,

desde el temblor dulcísimo del viento,

los ecos de tu boca.

Regresan las miradas

cómplices en la hierba,

y vuelve la dulzura

que empaña tu sonrisa.

Pero con ellas vienen las esperas interminables,

ese dolor de huida que hace llorar al corazón,

ese cristal mojado de lo que no se entiende.

Con ellas viene el miedo

a perderte otra vez.

domingo, marzo 18, 2007

En las redes

Desde la voz, el cristal
rompe ardiente tu mano desatada.
Sangra la víscera , herida mortal,
en el hueco de la noche.

Tanta pérdida que cae, que se derrama,
hacia el abismo eterno
de una garganta bloqueada,
como fruta madura que el suelo no recoge.
Quiero llegar a la misma esquina
que dobla hasta tu calle,
donde la tempestad se acurruca en tu cuerpo
y pide, sin piedad, la justicia del tiempo.
El aire, ronco, inerte,
se voltea en tus ojos,
crea grises ensueños en la sed de tu boca.
Se te acaba la voz,
el oxígeno, el aire,
mientras te atrapa, fuerte,
el vaivén de mis piernas.
Las redes nos oprimen,
tejen hilos de hierro en el gris oleoso de la tarde.
¡qué infierno desmedido acaricia
los ecos de tu sueño!
En mí la recurrencia no se esfuma, me impregna.
Se hace hueco obsesivo en el peso apurado,
se hace diente y espuma;
a puras dentelladas,
se hace recuerdo y eco.
Golpea, seco y duro,
rebota en mi cabeza con la maldad sibilina de los gritos pasados.
Tu mano desatada se vuelve para atarte,
no es más grande el instante, es decir, se ha perdido,
no ha de volver.
Y nadie, mientras tanto, puede acoger tu boca
en su mundo amañado de ternura.
La araña se desplaza sobre su vientre húmedo,
frías telas la envuelven,
negras sombras la pueblan.
Nada puede ser cálido en sus manos malditas.
Yo no la justifico: me decido a matarla,
envuelvo sus alientos en un jarrón muy frágil,
y, con todas mis fuerzas, la estrello contra el suelo.

jueves, marzo 08, 2007

Allá donde estés...

Jean Baudrillard (Reims, Francia, 20 de junio de 1929París, 6 de marzo de 2007)


Hay un instante frío, y el mundo

se resuelve en ecos formidables.

Se ennegrece la tarde

en el volcán gimiente de los sueños.

La muerte se proyecta

sobre los dientes grises de las sombras.

viernes, febrero 16, 2007

Infierno


Los pasos que seguimos

sobre la esquina rota de la tarde

nos conducen, sin tregua, al placer inmediato.

Surgen células nuevas,

la coraza del cielo es estremecedora,

larga calada sobre el humo del dedo de la noche.

Nueva inquietud de asombro

dividido,

invertido en un espejo plano,

sacude la cárdena violencia del codiciado abrazo .

Nunca fue la arrogancia mi principal adorno.

Y se sucede el mar, el río de los sueños,

las playas de piedras y tristezas,

llenas de mansedumbres resueltas en el llanto.

Vuelven del brazo triste las penas del momento,

despeinadas y hurañas,

casi desvanecidas en su olvido instantáneo,

vuelven junto a tu nombre,

con la extrañeza a flor de piel,

reclamando su instinto del momento.

Te piden, hombre, entero.

Requieren tu mirada.

Tus labios son dos rayas

que sepultan los últimos vestigios de la vida.

Olvidar no es morir,

se entretejen de tiempo las pasiones prohibidas.

Y esperan, simplemente, la luz de tus palabras.

jueves, febrero 08, 2007

El final




Y estrenaron los ángeles su infierno.

Jugaron por sus calles

arrastrando la voz ensangrentada

de la esperanza muerta.

Calentaron las sombras, y el silencio

reventó en las esquinas

como una flor bordada entre las venas.

Y el cielo que medita ante su lengua húmeda

derrama la gramática traducción submarina.

Aquí el cristal esmera

su sensación dudosa

de seducido abismo.

Aquí duelen las sombras

en la quietud del llanto.

Rojos ojos que escapan

al espanto seguro de la boca encendida.

Porque la luz aguanta,

y la voz se estremece ante el canto nocturno,

y el agua llega al cieno en espasmos dichosos.

El ángel besa, solo, su porción de silencio.

martes, enero 30, 2007

Lejos



Tiene tu voz el tinte de la tarde

y una sombra de sueño

se deshace en el hueco de tu brazo.

Con la prisa de un viento sin esquinas

se desdibuja el mar entre tus manos,

y se derrama, inmenso,

como una nube negra y destructora.

Crecen todos mis días

con la boca entreabierta de deseo,

con los labios que tiemblan

en la llegada densa de tu cuerpo.

La voluntad no existe,

el minuto se pierde

en la ventana abierta de tus dedos.

Imagino tus ojos,

tus dedos susurrantes,

y ese violento abrazo

que rompe mis recuerdos.

Quiero besar tus labios.

Y volver a este mundo donde tú ya no existes.




jueves, enero 11, 2007

Sueños Ignorados


Ser una sombra sola no es lo que yo escogí.
Con su susurro el agua construyó mi destino
y elevó densas nieblas para ocultar tus manos.
Te buscaron mis sombras ante el abismo abierto

y fueron en tus ojos mis miradas ardientes,
las burbujas de besos en ecos desmedidos,
los abrazos de carne trémula y conjugada,
y el sabor de tu cuerpo en mis labios cansados.

En nuestra propia piel soplaron vientos cálidos,
lluvias de mar y fuego en la noche distante,
Ilusiones de aire en sueños ignorados,
donde tu voz me llama con su ardor imbatible.

Enciérrame en tus brazos con la noche que acaba
como un papel doblado en el borde del mundo,
mira cómo me entrego a tus ojos dulcísimos
y vuelvo a tu caricia sin mirar hacia atrás.

Poesía En Audio

Bajar

viernes, enero 05, 2007

Niebla


Suelo encontrar tu voz

en la niebla perdida de las estaciones.

Sube tu aliento ingrávido

a las nubes calcáreas,

y se detiene , inmenso, en la mitad del cielo.

Unos leves minutos mis manos se aceleran,

encuentran la densidad perfecta

en tus ojos cercanos.

El aire me susurra,

abre su luz indefinible

ante los labios mudos del silencio.

Y el minuto me aplasta

en su inquietante espera.

Llega tu abrazo suave

en la caricia eterna de las nubes,

y se detiene, apenas, para que yo lo vea.

Un antiguo dolor

repta hasta los abismos más secretos,

y se posa, dulcísimo,

en el dibujo quieto de tu boca.



Bajar

miércoles, diciembre 27, 2006

Volar


El súbito temblor de tu mano en mi pecho
destruye los paréntesis de anteriores esperas.
Y tu voz, que se quiebra en el mínimo aliento,
se reduce a las sombras del instinto encendido.

Vuela tu voz de nieve entre mis ojos tímidos
y se adentra en la ciega mirada de la noche.
El páramo respira con su sangre esteparia
y se escapa la muerte entre tus labios jóvenes.

Duerme la tempestad, la salvaje tristeza
que arranca a dentelladas el sabor de tu carne.
Es la subida lenta, pero creciente incendio
de las llamas que barren la inquietud de los dedos.

El mundo es suficiente si se apoya en tu mano,
si me besa en tu boca la soledad del miedo,
si me deja que el gusto ardiente de tu piel
entre en todos mis poros como una sombra fácil.

La luz es un relámpago de pétalos de fuego,
que vive en tu mirada de quietud expectante
.
Dame tu brazo fuerte para extirpar de golpe
todos estos rincones donde mueren mis sueños.

martes, diciembre 12, 2006

Frío



Soy yo.
El mar deshilachado
rompe a golpes de ola el horizonte.
Y el frío se desmaya
sobre todos mis pasos.
Me salpica la sed de la penumbra
y busco en tu mirada
ese dolor salvaje de todos los encuentros.
Imperceptible, el sueño,
se cuela entre los pliegues de mis labios.
Yo quiero retenerte,
explicarte en mis venas,
contenerte del todo.
Pero tu voz me deja,
se aleja con el eco silencioso
de los pasos gastados.
Los ruidos que me aturden
llenan todos mis poros.
Y la exigencia cae
en el abismo roto de todas las esperas.
Descifré tus palabras:
la destrucción que llevas
corresponde a ese río
que arrasa con murmullos
lo que encuentra a su paso.
Y ya me he decidido:
Quiero estar en el centro cuando pases.

Poesia en Audio, Frío

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domingo, noviembre 26, 2006

Urgencia


Tenerte entre mis brazos y aplastarte,

repasarte los ojos y la boca,

convertir en placer la dura roca,

volver a adormecerte y despertarte.


Perderme entre tus besos y besarte,

desnudarte con furia y prisa loca,

me estremece tu voz cuando me toca

la caricia que quiere destrozarte.


En la sombra sin tregua, el movimiento

de dos cuerpos que quieren serlo todo,

y desbordarse en ríos mientras tanto.


La noche nos esconde entre su manto,

me muero sin saber cuál es el modo

de prolongar sin fin este momento.


Y prolongo, y prolongo lo que siento,

pues no quiero acabar lo que me acaba,

ni quiero ya perder tu dulce aliento.

sábado, noviembre 18, 2006

Alguna tarde de éstas




Porque sé que pensar ya no me importa,
quiero
desnudar tu palabra y verte entero.
Sé que tu olor te viste
y que quieres mis manos para guardar tu mundo.

Alguna tarde de éstas,
cuando el ocaso llegue
y nos pida la prisa
que volvamos los ojos,
dejaré que tu cuerpo se ilumine
con la voz que reclama la pasión,
dejaré que tus músculos desnudos
presionen mi existencia.
Y el ahogo será volver de nuevo

al continuo cansancio de la vida.




lunes, octubre 30, 2006

A un escritor



Si pudiera contarte

que el mar no nos contiene,
que es un trozo de llanto
que muere en el silencio.
Si pudiera decirte
que todo lo que importa
ya lo tienes tú dentro,
y en tu voz permanece.
Si supiera escribirte
un suspiro del aire,
el sueño de la noche
o el fulgor de la luna,
me gustaría decirte
que me has robado el alma
sólo con esas líneas
que brotan de tus dedos.


A un buen amigo, le devuelvo estas palabras que siempre le pertenecieron